Alejandro Espinoza Sánchez
Con la firma del convenio de conservación con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales del Estado de Hidalgo (Semarnath), la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) da un paso significativo hacia la construcción de estrategias científicas y académicas, ya que se estableció una colaboración de largo alcance para atender los desafíos ecológicos que enfrenta la región, marcada por un alto impacto industrial y la necesidad de soluciones sostenibles.
Las universidades desempeñan un papel clave en la producción de conocimiento que transforma la realidad social. “En este contexto, la UAM se vincula con actores gubernamentales para desarrollar investigaciones especializadas que permitan comprender y mitigar los efectos del cambio climático y la contaminación”, aseveró el doctor José Antonio De los Reyes Heredia.
En el acto, el Rector General señaló que uno de los objetivos principales de este acuerdo es el análisis de la calidad del aire en la cuenca atmosférica de Tula, con estudios enfocados en la dispersión y composición química de partículas contaminantes, como PM2.5 y PM10, además de la presencia de metales pesados en el aire.
La calidad del aire es un factor determinante en la salud pública y la presencia de estas partículas representa un desafío urgente, ya que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, los contaminantes PM10 y PM2.5 –con diámetros de 10 y 2.5 micrómetros o menos, respectivamente– tienen efectos adversos significativos en el organismo.
Los segundos, en particular, han sido objeto de múltiples investigaciones, debido a su capacidad para penetrar de manera profunda en el sistema respiratorio e incluso alcanzar el torrente sanguíneo; su presencia en el ambiente se ha asociado con enfermedades respiratorias, cardiovasculares y otros problemas crónicos que afectan a las poblaciones expuestas.
Por ello, el análisis de estos elementos atmosféricos y su impacto en las comunidades cercanas a zonas industriales es fundamental para el desarrollo de estrategias de mitigación. La colaboración entre instituciones académicas y gubernamentales resulta clave para generar información científica que contribuya a la toma de decisiones orientadas a la reducción de riesgos ambientales y a la protección de la salud pública.
De los Reyes Heredia apuntó que otro aspecto relevante de esta iniciativa es la restauración ecológica y la conservación de la biodiversidad. “La Universidad contribuirá mediante el desarrollo de programas de reforestación con germoplasma de especies nativas, promoviendo la regeneración de ecosistemas clave para la estabilidad ambiental del estado”.
Este trabajo se realizará con un enfoque territorial y comunitario, garantizando la participación de especialistas y estudiantes en labores de campo, donde se combinará el rigor científico con el impacto social. La Institución, desde su fundación, ha puesto el conocimiento al servicio de la sociedad, impulsando proyectos que incidan en el bienestar colectivo, agregó.
Por su parte, la maestra Mónica Patricia Mixtega Trejo, titular de la Semarnath, destacó el papel de la ciencia y la tecnología como herramientas para el desarrollo de políticas ambientales eficientes.
El convenio establece un trabajo coordinado entre especialistas universitarios y equipos técnicos del gobierno estatal, los cuales comparten intereses y objetivos por el equilibrio ambiental y el uso coherente de los recursos naturales del país, puntualizó.
