Alejandro Espinoza Sánchez
La Universidad Autónoma Metropolitana reafirmó su compromiso con la educación ambiental y la lucha contra el cambio climático, así como su papel como institución académica en la formación de profesionales con un enfoque sostenible y la generación de conocimiento que contribuya a la construcción de políticas ambientales efectivas, resaltó el doctor José Antonio De los Reyes Heredia, rector general de la UAM.
“La Universidad se posiciona como un referente en la integración de la sostenibilidad dentro del sistema educativo, asegurando que el aprendizaje siga siendo un pilar en la transformación de la sociedad hacia un futuro más responsable con el medio ambiente”, señaló en entrevista, tras participar en la Cumbre de Rectoras y Rectores de Universidades Mexicanas por la Acción Climática 2025.
“De manera fundamental tenemos que plantearnos que la educación es un tema esencial para resolver esta problemática. En ese sentido se debe empezar desde la enseñanza primaria y debe culminar en las universidades, en una acción concertada acerca de las consecuencias que tiene el cambio climático y que toca todas las facetas de la vida de las personas “, aseveró.
“En este contexto, la UAM presentó su Programa de Desarrollo Sostenible ante el Cambio Climático 2022-2030, una iniciativa que busca estructurar y fortalecer los planes de estudio en licenciaturas y posgrados para integrar de manera transversal los principios de la sostenibilidad”.
El encuentro, convocado por el doctor Leonardo Lomelí Vanegas y el doctor Juan Pablo Murra, rectores de la Universidad Nacional Autónoma de México y del Tecnológico de Monterrey, respectivamente, y realizado en la Unidad de Seminarios Dr. Ignacio Chávez de la UNAM, reunió a 21 instituciones de educación superior, tanto públicas como privadas, con el propósito de coordinar esfuerzos para enfrentar la emergencia climática y fortalecer la respuesta ambiental en el país.
Entre los acuerdos alcanzados está la creación de la Red Mexicana de Universidades por la Acción Climática, conformada por las instituciones participantes, con el fin de desarrollar una agenda común en materia de sostenibilidad.
Los rectores acordaron cuatro puntos que quedaron asentados en la declaratoria final, que señala que mediante la educación media superior y superior se forman juventudes informadas y sensibles a los problemas actuales, con conocimientos y capacidades analíticas, críticas y propositivas que les permitan abordar la crisis climática y construir sociedades más resilientes a los efectos de corto y largo plazos.
El segundo punto indica que a través la investigación científica, las instituciones de educación superior producen, aplican y difunden, desde distintas disciplinas, saberes y perspectivas indispensables para entender de mejor manera los orígenes, los impactos presentes y futuros del cambio climático, tanto directos como indirectos, en las comunidades y el país, con el objetivo de construir nuevas y mejores soluciones a estos desafíos e implementarlas a través de la innovación, el emprendimiento, la certidumbre y el desarrollo de políticas públicas eficaces.
El tercer punto, con la difusión de la cultura, las ciencias, las artes, los deportes y las humanidades generan aprendizaje colectivo, inclusión social, diálogo constructivo entre sectores, entendimiento de las diferencias, comprensión de la heterogeneidad y espíritu de colaboración.
Por último, al interior de las instituciones deben desarrollarse en forma estratégica las áreas de sostenibilidad, que implementen acciones para mitigar la huella de carbono, descarbonizar y adaptarnos a los riesgos del cambio climático mediante una gestión eficaz de los mismos.
